1.
Ver la tv mientras comes. A todos nos encanta
que nos den conversación mientras movemos las mandíbulas, pero el hecho de
estar entretenidos hará que engullamos mucho más y tengamos que aflojarnos no
solo el cinturón sino desabrocharnos el botón del pantalón.
2.
Comer en plato grande. Tan simple como poner la
comida en algo más pequeño hará que nos creamos que comemos mayor cantidad,
¡sí, hay que engañar al ojo de vez en cuando!
3.
Picar mientras cocinamos. Que bien es eso de
hacer un salteado de verduras con gambas mientras te sacas la tabla y te pones
a cortar chorizo, ¿verdad?. No hay mayor peligro que creer que hemos cenado
sólo verduritas.
4.
Probar, no comer. “Voy a ver como está la carne
guisada que estoy haciendo. A ver si ahora está más hecho. Creo que falta ligar
un poco la salsa…”¡y así hasta acabar con el plato! Una cosa es probar el
alimento para saber su punto de cocción o si está soso o salado y otra
diferente comer, comer y comer.
5.
No beber (alcohol) en la cocina. Si no hay que
picar, menos todavía bebernos litro y litros de alcohol mientras se hace la
cena. Un vaso de cerveza o una copa de vino…bueno, pero mejor que sea
acompañado de la cena y cuando estemos sentados, porque nuestra ingesta depende
del tiempo de cocinado del plato, ¡por dios nunca hagas un asado o acabarás
borracho!
6.
Asaltar la nevera. La abro, no veo nada y la
cierro. 5 minutos después la misma operación…al final acabarás picando las
sobras del día anterior o ese trozo de queso solitario…¿por qué no pruebas a
asaltar la fruta?
7.
No eres un basurero. Es verdad que da mucha
pereza que sobre comida, díselo a tu madre sino, pero es verdad que lo que
ingieras, después lo vas a tener que quemar, así que ponlo en un plato más
pequeño y ya tienes la comida de mañana, ¡o el aperitivo!
8.
Ser un molinillo. Has cenado y ¡has cenado!,
cerramos el chiringuito. No vale cenar, comerse después un poco de chocolate,
después unas palomitas, más tarde un yogur…¿cuándo paras?
9.
Comer en horizontal. Son las 10 de la noche, la
cena está lista y hay una cosa muy mullida llamado sofá que te quiere atrapar.
Espérate a cenar y después te tumbas, pero lo de comer en horizontal no es
bueno, ¡que se te sube la ensalada a la cabeza!
10. Coloca
la compra con el estómago lleno. “Unas aceitunas, el pollo al frigorífico, los
plátanos al frutero…¡voy a abrir las aceitunas!, no vaya a ser que haga mucho
esfuerzo en colocarlo todo”. Error, hay que esperarse a la cena.
11. Llevarte
la fuente a la mesa. Si has hecho mucha comida, sírvete un plato (de esos
pequeños que decía antes) y deja la fuente en la cocina, que sino no sabes
donde podrás parar, no sabrás decir basta y querrás que te la quiten de allí,
¡llevársela!
12. Cenar
como un rey. Todos nos sabemos ese refrán de “desayuna como un rey, come como
un príncipe y cena como un mendigo”, así que a última hora del día no te
adjudiques títulos nobiliarios porque vas a estar 8 horas en reposo gastando la
mínima energía.
13. ¡El
aliño no cuenta! Cuantas veces he escuchado eso de “una ensalada rica rica con
tomate y queso de Burgos”, hasta ahí nada raro, pero cuando te dicen que la han
aliñado con salsa César, el marcador de calorías empieza a crecer en mis ojos.
Con este tipo de salsas calóricas aumentarás las calorías de un plato que en
principio es ligero. Cásate con el aceite y el vinagre, ¡ah y rompe ese matrimonio
con las especias!
14. Empalmar
comidas. Seguro que nos ha pasado algún sábado. Te levantas tarde, desayunas,
le dedicas media hora, a los 20 minutos te pones con el aperitivo, que si unas
aceitunitas y patatas, y cuando te quieres dar cuenta has empalmado con la
comida y te encuentras sentado delante del mantel. Tienes que ponerle freno a
las mandíbulas.
15. ¡Oh
no, caduca! Tienes unas pechugas de pollo que van a caducar, la dorada al horno
de hace 2 días, y además tu madre te dio el fin de semana pasado croquetas, que
las haces o las tienes que tirar. ¿Y si congelamos? La comida no se tira, pero
tampoco hace falta “tirársela” en el estómago porque vaya a caducar. Hay
soluciones para todo.
Bueno me meo... "Cásate con el aceite y el vinagre, ¡ah y rompe ese matrimonio con las especias!" Apunto esta frase para soltarla de vez en cuando. En casa lo sigo todo, pero ¡Ay amigo los fines de semana! Los findes de es salir por la puerta y lo olvido todo XD #pecarenfindeesbien
ResponderEliminarqueda claro!
ResponderEliminarjajajaja lo de abrir la nevera cada vez que te aburres es de lo peor que se puede hacer.
ResponderEliminarEstaba buscando otra clase de info (trabajo en servicio técnico de electrodomésticos) pero no he podido resistir pararme a leer la entrada.
Gracais!!