jueves, 23 de junio de 2011

Brasil, Ordem e Progresso

Hace un par de inviernos estuve en Río de Janeiro, cansado de aguantar grados bajo cero en Madrid, opté por poner kilómetros por medio, a parte, al otro lado del charco me esperaba una buena excusa por la que asistir a Brasil.

Asentado el viaje y haciendo recuento a día de hoy, me quedo con la gran variedad o con la cantidad de contrastes que alli coexisten. Lujosos hoteles, cerca de céntricas favelas que decoran el paisaje carioca, personas obesas intentando enseñar hasta el último milímetro de su cuerpo cuando se ponen en bañador, al lado de gente obsesionada con el deporte...Alli no tienen la palabra pudor.

Panorámica de la favela Rocinha

Calle principal de la favela

En las favelas vive la tercera parte de la población y no precisamente siempre es gente más desfavorecida, son poblados en los que hay tiendas, escuelas...nos llegaron a decir que hay gente que jamás ha salido de la suya. Sorprendente!
Como curiosidad, si podeis asistir a una fiesta en una favela, os lo pasareis genial, eso sí, hay que ir mucha gente.

¿Y qué comen lo brasileños?, pues una cosa que tengo clara es que comen en cualquier sitio menos en su casa. Es gente que vive de puertas para fuera y claro, yo que iba 10 días no iba a ser menos.
La gastronomía de alli es muy variada debido a la gran cantidad de influencias, sobretodo del mundo africano, al igual que el portugués (primos-hermanos suyos). Aún así es muy diferente según en la región donde estés.

Si tuviese que elegir el plato estrella me quedaría sin duda con la feijoada, que es a su vez el plato nacional por excelencia. Hecha a base de frijoles (alubias en España) y carne de cerdo, es un guiso de cuchara que pocos paladares pueden resistir. Se suele acompañar de arroz blanco e incluso en algunos sitios lo llegué a ver con naranja, aunque la mezcla del dulce con el salado nunca me gusto.



Los puestos ambulantes en la calle es la cosa más normal en cada esquina, imposible resistirse a comprar esas jugosas frutas y más cuando el calor es insoportable.



Sitios donde comer, porque comer en Brasil es muy barato para los extranjeros. Mi restaurante favorito es el Kilo, donde toda la comida va a peso y el día que más comi (fue todo un banquete) me costó 5€, aún así tengo que recalcar que para ellos es muy caro.

A parte del Kilo, abundan los lugares donde venden las famosas "promoção", que consiste en comida y bebida por un módico precio.


Los Rodicios (lugares destinados a un sólo tipo de comida) tanto de pizza como de carne, es algo curioso que hay que visitar.

Y ahora bien, ¿qué beben los brasileños?
Los mejores zumos que he probado, todas las mañanas un buen zumo de naranja era obligatorio para ir a la playa, aunque el de fresa también estaba bueno y como he dicho yo no soy de dulce, pero ver esas frutas ahi puestas es pecado no cogerse un buen zumo.

Las caipiriña estaba en todas las terrazas, pero tengo que reconocer que a mi no me gustó, sólo porque no me gusta la cachaça, que es un ingrediente que llevan, me gusta más coger un coco y bebérmelo en la playa.

En el monte del Corcovado con el Cristo Redentor (impresionante)

PD: Ni las mujeres son tan exuberantes como dicen, ni hay sol los 365 días del año en Brasil, eso sí, la marcha en el cuerpo no se les acaba nunca.

Fotos: ComiendoSeEntiendeLaGente y Google

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