Bar Tomate, el niño mimado de muchos

Este famoso "bar", de plena actualidad hoy en día, pertenece al prestigioso Grupo Tragaluz (catalanes bienvenidos a Madrid). Ellos lo denominan un local "simpático y fresco". Personalmente es un cúmulo de materiales o estilos con un único fin los cuales casan a la perfección.

Mesas robustas de madera, madera y más madera hasta para el horno. Cierto aire industrial con unas lámparas que iluminan hasta la miga más pequeña y muchos elementos sacados todos de la tabla periódica. Todo esto da como resultado un ambiente vintage de los buenos, de los de sillas holandesas 60s, vamos un olor a antaño que sienta muy bien.

Cocina en pleno comedor

Una pena porque la foto no hace justicia a la realidad (es lo que tiene un iphone). Mucho colorido, un horno de leña y un espacio limpio tanto higiénicamente hablando como de formas y estructuras.

Aperitivo

Un zumo de tomate bien preparado (costumbre que me pegó mi padre de nuestros viajes en avión), y para picar yuca frita, las nuevas patatas fritas, que estaban crujientes y sabrosas.

Cocina mediterranea-mercado y aqui tengo que aportar que tiene toques de otras culturas, o por lo menos esa sensación me transmite la carta.

Entrante

Espárragos rebozados con salsa romesco. Este tipo de platos creo que es imposible hacérselos uno en casa por lo que fue buena elección. Curioso comer unos trigueros rebozados y muy crujientes. No soy de salsas pero esta estaba buena, con toques dulces.

Entrante II

¡Qué bueno estaba esto! Queso Tomino boscoiolo fundido, setas de temporada y tomate seco. El queso caliente era el protagonista, la parte sensata de este plato lo daban las verduras. Recomendable, y el pan rico rico.

Bacalao

Mi compañía femenina se pidió bacalao con pimiento escalibado y all i oli suave (desde que mis amigos los catalanes me dijeron como se escribe "alioli" estoy siendo muy cauto). Dijo que estaba muy bueno, no opino con el bacalao porque no me gusta y no tendría criterio.

Carpaccio

Tengo que decir que aqui metí la pata, carpaccio de ternera con mousse de foie gras. No porque estuviese malo, estaba muy sabroso, perfectamente hecho el carpaccio pero empalaga demasiado, es mejor pedirlo para compartir.

Postre

Brownie  de chocolate con helado de vainilla. Caliente, consistentemente-duro, rico aunque me sigo quedando con el del Vips.

De precio treinta y pico-muchos euros. Merece la pena pagarlos por el lugar, y el ambiente. Mucha variedad de gente y aqui no voy a decir más porque hablar de "altos ejecutivos trajeados y señores fashion" me parece ridículo, como en botica, hay de todo. Servicio normalito.

Situado en C/Fernando el Santo 26, Madrid

PD: Perdón por la fotografía, no capturé todo lo que quería del restaurante, pero los platos (que es lo que importa) ahi están.