Por dentro un sitio a medio hacer de esos que se llevan tanto ahora. Muebles (aparentemente) estropeados, paredes (aparentemente) desconchadas, y comida (aparentemente) novedosa.
Nos pedimos unas croquetas por 6€ donde sólo venían 3, ¡sí que se han revalorizado las croquetas desde que me fui a Londres! Menos mal que el agua del grifo de Madrid sigue siendo igual de buena.
¿Novedoso? Ceviche (jajajaja) con palomitas, una combinación rara pero que no está mal. Juntar maiz con pescado me parece una buena opción y hacerlo en forma de palomitas me parece graciosa, nada más que objetar.
Estuvimos hablando que no hay restaurantes que pongan nada nuevo, parece que no salimos del ceviche, la trufa y la burrata (el little black dress de la comida), ¡por favor, estrújense los sesos!
Ración de arroz con boletus y chipirones. Tanto te digo que lo de las 3 croquetas fue de risa, como esto me pareció una barbaridad. El arroz muy sabroso pelín grasiento, pero estaba bueno.
De precio en torno a 18€ por persona (gracias Celia) y la atención buena, por lo menos el camarero que nos tocó que nos supo recomendar y decir que habíamos pedido bien, aunque vuelvo a repetir que las raciones no son equitativas del todo.
Situado en C/Argensola 7, Madrid
Consejo nutricional: Las palomitas es un alimento que le salta a todo el mundo como algo "peligroso" y todo lo contrario, si las haces de forma natural (sarten) y sin añadirle guarrerías ni sabores, se convierte en un alimento de lo más saludable. De hecho aporta pocas calorías y lo que hace es llenar, lo llaman el alimento de las modelos, ¡ahí es nada!
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