viernes, 17 de octubre de 2014

80 Grados, tapas XS

Hace un par de semanas nos acercamos hasta 80 grados. Está situado concretamente en el mismo local donde estaba Nina (típico de brunch) el cual sigue guardando esos aires neoyorkinos con su ladrillo desgastado, los tubos de ventilación a la vista y sus vigas de madera...pero con algo diferente.




Concretamente tiene puntos de color, colores que te recuerdan a la infancia y objetos que te transportan a tu niñez como los comecocos, los playmobiles o la máquina de bolas de chicles (yo sigo teniendo la mia guardada). Entras allí y te dan ganas de toquetear todo, ya escucho a mi madre por detrás, "Guillermo, eso no se toca".




Sentados a la mesa...¿han pensado algo de beber? La recomendación de la casa es el dis-Tinto de verano, el tinto de toda la vida pero remasterizado con una suculenta ¿espuma de limón? y demás bulos que he llegado a escuchar y que nadie consigue descifrar, simplemente exquisito.




El restaurante se llama 80 grados porque es la temperatura perfecta para no perder las propiedades ni los nutrientes de los alimentos...esto lo estudié en la carrera y me parece interesantísimo que un restaurante se haga eco de eso.

Para compartir, un tartar de salmón con crema de aguacate y gazpacho de mango, bastante interesante y bien ligado el salado con el pelín dulce del mango, pero para plato rico, el salmorejo con helado de parmesano y jamón ibérico. El contraste del frío con la temperatura ambiente del salmorejo es brutal.




Continuando con el tema de compartir. Huevo trufado con patata y jamón...lo he probado en muchos sitios y me sigue enamorando, creo que voy a hacer un día una ruta para descubrir cual es el mejor. Bocatas de calamares con muy buen pan y buena fritura, y los fingerchips de pollo con salsa de mostaza y miel, perfectamente fritos y un buen rebozado de crispis aunque me falla la salsa, que cada vez me entusiasma menos, quizás por la miel.




De postre leche con galletas y chocolate versión 80 grados, como dice en la carta "no preguntes, simplemente pídelo", bru-tal y no digo más.
La atención muy buena y atentos hasta más no poder, ¡qué maravilla! Precio en torno a 20€, por lo que es un sitio de lo más recomendable para ir con amigos.

Situado en C/Manuela Malasaña 10, Madrid

Consejo nutricional: El rebozado es el diablo de las dietas, pero como siempre digo, "hay que comer de todo, pero bien hecho". No basar tu alimentación en rebozados, pero si de vez en cuando, siempre que el aceite sea bueno y el rebozado (en este caso crispis), también.

3 comentarios:

  1. No sé porque sigo entrando a tu blog a estas horas ¬¬ que hambre por dios...

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  2. Hola, estupendo post. Te he dejado un premio en el siguiente enlace:

    http://dsobremesa.wordpress.com/2014/10/20/premio-dardos-2014/

    Un saludo!

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