miércoles, 15 de abril de 2015

Marqués de Riscal, amanecer entre viñedos (La Rioja)

Este fin de semana pasado viajamos hasta la Rioja alavesa, y claro, como en la película "8 apellidos vascos", pasas la frontera con Castilla y León y empiezan las lluvias torrenciales y el mal tiempo, es lo que tiene el norte...¡de película!




Pero para película, la llegada a El Ciego. Llegar y ver esa maravillosa edificación de Gehry perfectamente alojada en el entorno, con esos colores y esos volúmenes es algo impresionante. A pesar de ser algo brutal, no desentona para nada, pero bueno, yo aquí no he venido a hablar de arquitectura, me gustó y punto.




Llegar, subir a la habitación para una lavada rápida de manos para irnos directamente a cenar. Vistas inmejorables a la iglesia del pueblo (El Ciego)





El menú degustación corre de la mano de Francis Paniego. Con la misma cantidad de ingredientes que de cubiertos, empezamos la aventura. ¡Esto promete mucho!




Comenzar con un guiño al entorno. Un aperitivo que no es otra cosa que sarmientos (se guardan las ramas y se hacen gavillas que se usan en verano para asar chuletillas por ejemplo). Sarmientos que son colines de queso. Un pequeño aperitivo muy bien con una buena parafernalia.




Caviar de vino tinto. Tanto la caja como el contenido me parecieron genial. Un exquisito caviar de la Rioja sobre foie-gras, un plato muy del lugar y algo bastante bueno, ¡siempre y cuando sea en este tamaño!




Croquetas, caseras. Cuando digo caseras no hace falta decir lo buenas que están, ¿no?




Otro plato sorprendente, hierba fresca. No se han vuelto locos y han cogido la bolsa del cortacésped y la han puesto sobre un precioso plato blanco, sino que sobre una crema de queso de oveja aparece foie-gras en polvo (brutal), polvo de hierba fresca (pero fresca fresca) y aire de leche de oveja ahumada. Un soplo de aire fresco, como dice el anuncia. Algo sorprendente, no sé, me sentía como en el colegio en la edad de la inocencia...¡todo me sorprende!




A pesar de lo mal que salió la foto, este plato estaba compuesto por un cilindro de trucha sobre una sopa que pensaba que era espinacas, y no, una sopa fresca de yogur, pepino y menta. Un plato fresco pero potente de sabor.




Remola asada, sepia, esfera de yogur y tierra. Muy sorprendente la sepia y bravo por poner remolacha (en trozo) en platos de hoy en día.




Este plato se llama las semillas. Uvas, cigalas y trozos de aguacate (me sobraban) con un centro de quinoa (bravo por incluirla) y con el jugo de cigalas, ajo blanco y AOVE.




Merluza sobre pil-pil de patata con aroma de vainilla. El toque de vainilla es puntazo para esta merluza, y la presentación totalmente limpia.






Y cual concursante de "lluvia de estrellas", se presentan las chuletillas a la brasa, ¿de qué? Pues precisamente por el tamaño de cordero no son, ¡conejo en formato chuletilla! Eso sí, el jugo es de cordero.




Y para rematar la jugada de los salados, cordero glaseado con jengibre y hortalizas frescas, ¡por fin llegó el cordero! Un cubilete de cordero carnoso y muy sabroso, acompañado de verduras como champiñones.




Bajo este cristal (comestible), un helado de vino y frutos rojos junto con uvas cocinadas al vino tinto, de esta manera conseguimos que las uvas sepan a vino, otro plato que guiña a la tierra.




Y si había pocos guiños en todos los platos, el último le hace la ola al lugar. Un generoso queso de cabra Camerano con aceite de oliva y toque a trufa, helado de calabaza y una base de tierra y cepas que sí, que si tienen que comer. Como tirarte en la tierra a comer la arena, pero en versión buena, ¡bravo!






Y para acompañar el té, unos macarróns de aceite de oliva, financiera, marshmallow de vino, teja de almendras, gominolas de tempranillo (acojonantes) y de vino blanco. Unas gominolas aptas para adultos, por favor Francis, ¿dónde las comercializáis?




Y tras la cena, tocaba subir a conocer la biblioteca con una estantería repleta de libros...pero a esas horas nada de leer, tocaba una digestiva para ir a la cama.
La chimenea, la lluvia, el entorno, esto es como para las tías escoger el vestido con los complementos perfectos, ¡un momento redondo!






La habitación algo majestuoso. Donde sabes si un hotel es bueno o no es en el baño (y en mi caso también en la cama, de 2x2). Amplio, confortable y con vistas a los viñedos, ¡amanecer entre viñedos!






Al día siguiente tenía pensado salir a correr pero la cama infinita me absorbía y no me dejaba salir, aún así desayuno de campeones. Dibujos de Frank Gehry en el comedor, y un rojo y blanco la mar de animado para empezar el día.
Y como estamos donde estamos, desayunos con productos de la zona. Me llegué a plantear lo de desayunar con una copita de vino tinto, pero me parecía muy heavy así que opté por el zumo de naranja.





Y si teníamos la sensación de que nos habían mimado poco, pues unos tratamientos y cuidados. Esfoliantes, masajes, tratamientos corporales con productos de la zona como pepitas de uva...no sé por qué nos hacen eso si el lunes nos tocaba volver a trabajar, ¡nos engañan como que somos ricos y poderosos y después no!
Importante hidratarse y más ahora que vamos hacia el buen tiempo. Nota: agua con limón para los próximos meses, así ya no tenemos excusa de que el agua es muy insípida.





Visitas a las bodegas de Riscal. ¿Sabéis que a Gehry lo convencieron abriéndole una botella de su año? A mi me dicen ahora que ponga a toda la plantilla a dieta y no hace falta ni que me abran una botella, sólo con que me dejen una noche más allí hago cualquier cosa.
La uva que usan allí para hacer el tinto y el rosado es la tempranillo, aunque también usan las variedades graciano y mazuelo.




En un vino hay 3 cosas importantes, la uva, el suelo (arcillo calcáreo y 1500 hect. en Riscal) y la edad de la viña, siendo las de más de 75 años idóneas para vinos de reserva.
Tras el proceso de espergurar (quitar la parte verde de la cepa), la selección y el quite de racimos, todo manual y artesanal, se pasan a las tinas de roble francés con capacidad para 1000 kg donde se llevará a cabo la fermentación alcohólica, el azúcar se transforma en alcohol. No intentar hacer en casa que os veo las intenciones.

Después fermentación maloláctica y a barrica donde estará 1, 2 o 3 años y posteriormente a botella también 1, 2 o 3 años o más (crianza, reserva y gran reserva).






De cada barrica se obtienen como 300 botellas (voy a apadrinar una barrica para mi y para todos mis compañeros).
Pero para impresionante, visitar la joya de la corona o la Catedral como la llaman ellos (con C mayúscula que esto es importante). Este espacio enmohecido y húmedo alberga botellas de hace 150 años, pero allí la forma de beberlas (si se beben claro, porque eso es inaccesible) es por degüelle porque tú imagínate como están los corchos de esas botellas. Sinceramente un auténtico placer que nos abrieran las puertas de esa maravilla, algo inolvidable.




Riscal produce una media de 10 millones de botellas al año, con un 60% de exportación.





Y tras la visita, ¡cata de vinos! Ahí ya fueron risas, diversión y desenfreno. Comimos, bebimos y nos lo pasamos en grande. No sé si en la cata aprendimos algo entre aromas a piña o gusto a frutos rojos, pero divertido fue un rato.





Vistas maravillosas a todo el pueblo de El Ciego. Ambiente tranquilo, momento inolvidables y un entorno digno de una de las 7 maravillas del mundo. Todo un placer.

2 comentarios:

  1. ¡Qué pasada! (Me ha encantado lo de los sarmientos que en La Mancha tenemos por todas partes XD pero por aquí solo los echamos a la lumbre)

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  2. Maravilloso lugar! Espectacular!
    Organizaré unos días de vacaciones por allí!

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