Aterrizar el avión e irme a buscar al aeropuerto mis amigos Montse e Ignasi a los cuales no tendré palabras para agradecer todo lo que hacen por mi cada vez que pongo un pie en tierras catalanas.
Y del aeropuerto directo a cenar a La Barra, restaurante puntero en Barcelona y no sólo por el rollo que tienen y su gustosa decoración, sino porque lo que allí sirven es buena materia prima y cantidades generosas. Pá amb tomaquet para comenzar, ¡que no se diga donde estamos!
Las alcachofas parece que también están de moda y que los sitios se pelean por hacer las mejores y hacerlas diferentes. Alcachofas fritas que entraban como pipas.
Salmón, aguacate y mango. Explosión de color visual y relax en la boca. Alimentos sabrosos pero que no se pisan ninguno al otro, demasiado suave. Yo le metería algo de alegría.
Pastel de patata con manitas de cerdo. No soy yo de manitas ni de interioridades pero este plato se lo recomiendo hasta al más vegetariano de la tierra. Sabroso y ese contraste gelatinoso choca con la patata, pero para bien, ¡bravo, algo diferente!
¡Burrata! Estábamos tardando en verla por estas tierras.
Para acabar una mousse con jamón, para mi gusto el más flojo porque no es nada del otro mundo, aún así estaba bien.
Atención correcta y de precio ni idea porque fuí invitado por mis amigos, pero creo que tiene un precio muy correcto.
Situado en Carrer Comte D'Urgell 240, Barcelona.
Consejo nutricional: Las manitas de cerdo es una parte muy gelatinosa del cerdo. Se recomienda a personas de edad avanzada con empiezan a tener desgastes y también también por su contenido en B1.
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