El español de a pié busca disfrutar moviendo las mandíbulas,
tranquilamente y con una conversación, un comiendoseentiendelagente en toda
regla vamos. Pero si hay algo que gusta más, es ese momento pre-comida donde de
manera informal inclinas el codo en la barra del bar y te pones a disfrutar de
un corto de alguna bebida.
¿Qué es la hora del vermut? Como he comentado, es ese
momento pre-comida en torno a la una del mediodía donde lo importante es ir haciendo
hambre. Es ese momento de reunión, mientras se espera que vayan llegando todos,
pero no es necesario beber vermut, que también, sino de ir haciendo hambre.
En Madrid, si hablamos de vermut vermut, y de barril, nos
tendremos que acercar hasta la taberna de Ángel
Sierra, bastante oscura, con polvo en las botellas de alcohol y con una
solera que la hace única. Además si lo acompañamos de un boquerón o de unas
aceitunas, el cielo cada vez estará más cerca. Interesante fijarse en el latón
y en la barra que posiblemente sea de las pocas originales que hay en Madrid.
No dejes de ir que cualquier día nos toca pagar entrada porque lo han
convertido en un museo.
También por la zona de Chueca/Malasaña, encontramos una de
mis favoritas, la Bodega de la Ardosa.
Original tanto en el ambiente, como la exquisitez de sus paredes o los
camareros bien uniformados. Multitud de cosas en el frontal con rayos de sol
procedentes de la calle donde la tortilla de patata se ilumina a duras penas y
es aconsejable si el hambre lo permite, pedir berenjenas rebozadas…otro rollo.
¡Por Dios, que se me ha olvidado hablar de la tortilla! Está en mi top 5 de
mejores tortillas de Madrid, poco hecha y muy jugosa.
Si lo que buscamos es algo castizo, de flamenca encima de la
tv, de la bufanda del Atlético cerca de la barra, y de que un señor como Don
Alfonso, se dedique a untar 500 rebanadas de pan con sobrasada a toda
velocidad, tendremos que ir a Vinos,
situado muy cerca de los 2 anteriores, en la Glorieta de Bilbao. Un espacio más
amplio donde no sólo triunfa la hora del vermut, sino las tardes/noches de
partido de futbol con los amigos, pero las de antaño, con botellín de cerveza
comiendo pistachos.
Y caminando más hacia Conde Duque, está la taberna DeCorps, concretamente en la Plaza de
la Guardia de Corps. Un sitio recogido, con morcones y salchichones cortados (y
colgados), donde puede caer algún encurtido acompañado de un corto de cerveza,
aunque la mejor opción es salir fuera y ponerte a disfrutar del sol del otoño,
que es lo que más apetece ahora en esta temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario