viernes, 5 de diciembre de 2014

Viva Madrid, castizo castizo

Hacía mucho que no iba a un restaurante castizo madrileño, con camareros españoles de los de toda la vida, del barrio, de los de camisa blanca impoluta y mucha educación...¡esos! Estos sitios familiares y con muchos años a sus espaldas tienen mucho encanto.





Concretamente este pasado miércoles quedé con 3 chicas dedicadas de lleno al mundo de la gastronomía. La responsable de gastronomía de la revista hola, parte del equipo de la agencia de comunicación gastronómica Aires News y la revista Origen o una representación de la misma. La quedada fué en Viva Madrid, preciosos azulejos, majestuosas lámparas, y unas vigas de madera poco comunes. Un entorno muy acogedor y muy de Madrid.









Cuando en los sitios te ponen una copa de vino y sin pedirlo te traen un poquito de jamón, sabes que saldrás de allí feliz, si nos hace falta poco para ser felices. Además si te traen queso con frutos secos (buena combinación nutricionalmente hablando) y unas croquetas de jamón y cocido (ñam ñam), pues la felicidad aumenta.






Continuamos compartiendo unas gambar rebozadas y unos buñuelos de bacalao. Huelen mucho a bacalao pero después no tienen un sabor excesivo y la fritura de fuera se deshace en la boca, por no hablar del propio pescado.




¿En cuantos sitios habéis probado caracoles? El picante justo y el sabor muy rico, aunque con todos mis respetos, toda la artillería que nos trajeron se fue al traste cuando empiezas a hacer barcos en esa salsa y mojas pan, y más pan...¡un no parar!




Probamos unos lomos de bacalao con una base de pimientos asados, muy parecidos a los buñuelos pero mucho más suaves.




Por cierto, mención especial a las 2 botellas de vino tinto ¡de Madrid! que nos metimos entre pecho y espalda. Una garnacha del 2008 con un olor muy intenso y un sabor nada envidiable a Riojas y Riberas.




En los segundos (para compartir) un rabo de toro jugosísimo y muy sabroso con una exquisita salsa.




Y para acabar con los segundos, carrillera. Muy parecida al rabo (en cuanto a salsa se refiere) pero con una textura mucho más fina, era mantequilla ya que se deshacía en la boca. Punto negativo a las patatas al horno que no me entusiasmaron mucho.




Respecto a los postres una deliciosa tarta de queso (muy conseguida la textura), helado de vainilla y leche frita que para mi gusto muy consistente.




Eso que todo el mundo conoce como coulant/chocolatísimo...una mousse escepcional. La atención magnífica, son profesionales que saben que es lo que quiere el cliente. Y de precio en torno a 25€ aunque he de decir que no pagué.

Situado en C/ Manuel Fernández y González 7, Madrid

Consejo nutricional: Los caracoles son la pera, así de claro. Es una carne que apenas aporta calorías y no tiene casi grasa. Lo mejor es su gran aporte de proteínas de alto valor biológico y como no de minerales. Aprovecha lo que queda del otoño para consumirlos y prepararte para disfrutar de la salsa.

1 comentario:

  1. En Albacete lo de los caracoles es una locura, aquí la gente se tira desde abril a septiembre (abren unas tascas al aire libre donde es el plato estrella) comiendo caracoles en salsa, yo al ser hija adoptiva no soy una forofa del tema pero los autóctonos ven caracoles y los ojos les hacen estrellitas.

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