viernes, 14 de septiembre de 2012

Leer adelgaza...

Ayer mientras me preparaba mi Colacao y mi pan con tomate y jamón para desayunar, escuché en la televisión una noticia que venía a decir algo así como que la gente que lee el etiquetado nutricional (lo que viene por detrás de los productos) está más delgada.

A penas pegué un mordisco a la tostada y fuí a pegarme a la televisión para enterarme de la noticia. La Universidad de Santiago de Compostela, junto con un par de Universidades de USA y el Instituto de Investigación de Economía Agrícola de Noruega, revelan que la gente que presta atención y se para a leer el etiquetado nutricional de los productos, está más delgada, en torno a 4kg y mayoritariamente mujeres.



Es bueno leer la información nutricional en general, todavía recuerdo cuando era pequeño leer los ingredientes, kcal que aportaban, gramos de cada nutriente...que tenían los bocabits, ¿pero hasta qué punto es bueno? Ya no me refiero al peso sino a la salud. Recomiendo leer el etiquetado nutricional como información para saber qué te estás comiendo, no para perder peso en sí.

Hay que tener mucho cuidado con eso, todos sabemos que la sobreinformación al final lo que hace es desinformarte si no la sabes manejar bien (twitter, facebook, faceyloquesea) y en este caso de la comida, te llega a obsesionar.

Mi consejo es que lo leas y sepas lo que comes, no por el peso que puedas perder, pero sí por lo que te metes entre pecho y espalda, asi que detente frente a los alimentos y párate un minuto a leer la composición, verás como la imaginación te transporta a los capítulos de "Érase una vez la vida" en el que los nutrientes hacían cola en las venas para entrar en los órganos, ¡dónde habrán quedado ese tipo de dibujos!

2 comentarios:

  1. Cuanta razón tienes amigo mio. Leer el etiquetado de los productos es conocer lo que comes, por lo que mi recomendación es: "si no entiendes alguno de los ingredientes que tiene el producto que vas a comer, no lo compres antes de infórmate. La salud es tu mejor compañera de viaje en la vida, no la dejes de lado."

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  2. Jajajajajaa me encanta... Yo creo que puede ser debido a que se emplea más tiempo en leer que en dar bocados. Al menos yo, de pequeña me quedaba atontada leyendo los ingredientes de la bolsa de las magdalenas o de lo que fuera, mientras quienes me rodeaban ya se habían comido tres o cuatro ;)

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