lunes, 3 de septiembre de 2012

Los Olvidados, conservando lo antiguo

Este verano entre ventiladores y agua para hidratarnos, Ana Moyá y yo quedamos para comer en un restaurante que me habían recomendado. Cuando quedamos, aparte de comer, intentamos solucionar el mundo (gastronutricionalmente hablando), porque dejando de lado nuestra relación de compañeros de universidad y amigos, Ana es una buenísima bloguera.




Moto aparcada y pitando a comer, que a esas horas hay mucha hambre. Por fuera del restaurante algo atípico, ¡un cartel de Tabacos! Es curioso porque ni tan siquiera pone el nombre del restaurante.




Entrar dentro y transportarte al Berlín actual pero con mucha luz "típical spanish" de la cual carecen los germanos. Una barra de madera que nó se que pudo ser en su tiempo y unos taburetes metálicos.




Si me tengo que quedar con algo sería el suelo con unas formas geométricas y con un colorido que más de uno lloraría por tenerlo en casa. Las sillas (me imagino que al mismo precio que el kilo de oro) me recordaron a las de Zamburiña.




Dejando la decoración de lado, nos tomamos un menú compuesto de 4 primeros y 4 segundos a elegir. Ana y yo nos pedimos el mismo plato, unas berenjenas a la plancha con mozzarella fresca. Muy buenas, todo lo que lleve queso es difícil de hacerlo mal.




De segundo me pedí rabo de toro con zanahoria y acompañado por un puré de patata. Sinceramente no me gustó porque las piezas de carne no eran muy buenas, aún así el guiso no estaba mal hecho y la salsa estaba buena.




De postre tarta de chocolate blanco con guindilla, ¡buah que placer! ese saborcillo a picante. Prácticamente no se nota pero saber sí sabe, y picar también, algo diferente.

La atención correcta, quizás escasa porque sólo hay una camarera y lógicamente la pobre tiene que andar a la carrera. De precio 10€ que incluyen entrante, plato, postre y bebida.

Situado en C/Palma 69, Madrid

Consejo nutricional: Hace tiempo comenté que las guarniciones de unas simples patatas fritas están ya muy vistas, y muy fritas todo sea dicho. Pero no por eso tenemos que renunciar a ellas y comer "verde", hay opciones como los denostados purés de patata que acompañan muy bien a platos con salsa y además son más sanos.

1 comentario:

  1. qué vivan las comidas de negocios, en las que intentamos cambiar los hábitos alimenticios de nuestro país...jajajaja!!

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