Las ensaladas como formato de comer de todo

Es febrero y no sé donde quedarán vuestros propósitos de Navidajajajaj en fin, que sí, que todos pecamos y a los 2 días se nos han pasado todos los males a pesar de que los lunes sigamos teniendo la intención de ponernos a dieta, dieta de bajar de peso me imagino, porque un flaco nunca marca un lunes para engordar...directamente ni marca.

Hoy en día lo mejor no es marcar fecha, ni pensarlo mucho (os lo dice un nutricionista), sino empieza a educarte poco a poco con pequeños detalles que deben empezar en casa y continuar en el supermercado, restaurante...creo que el orden de los factores no altera el producto.

Si hablamos de comer ensalada, no tienes que ser el mejor amigo de la lechuga, que entre otras cosas da gases y retiene líquidos (tomada todos los días lógicamente), sino que en la variedad está el gusto.
Una ensalada no deja de ser un formato de una comida, por ejemplo, pechuga de pollo con ajo y pimiento verde acompañado de escarola. Pues coges unas tijeras, cortas el pollo en daditos y te haces una ensalada con su ajo, su pimiento, su pollo y bien aliñada, ni más ni menos.

Y así con todo, ensalada de cuscús con feta, ensalada de salmón con gulas y cherry, ensalada de cabra con tacos de jamón...este es un ejemplo de ensaladas que comí el otro día, pero que a menudo hago en casa. Algo saludable, fácil de hacer y de comer, además muy variado y equilibrado ya que contiene el montante de nutrientes que necesitamos.
¿Te gusta el dulce? Prueba a meterle mandarina (es época), granada o manzana...prueba a meterle cereales, arroz, sésamo, quinoa o incluso palomitas, que el maiz ya está muy visto. Prueba a meterle ternera, cordero o frutos secos. Prueba, inventa, investiga y consume ensalada, eso sí, ¡control con los aliños! Nunca estuvo tan bien visto el trío de sal, aceite y vinagre.