martes, 24 de febrero de 2015

Serafina, Zamora llega a Madrid

Con apenas un par de meses desde su apertura, Serafina llega a Madrid para consolidarse como un referente en gastronomía y en diseño sin darse importancia, porque sí, porque los de Serafina son de Zamora como yo, y los de Zamora llegamos, y la liamos...¡pero sin darnos importancia!




Por dentro un espacio vivo, tanto por parte de las paredes y de los suelos, como por parte de las sillas de toda la vida, diferentes, algunas semejantes a un guante de béisbol, llamativo cuanto menos. Mesas, sillas y lámparas buscadas durante años y localizadas en imprentas o en establecimientos que ya no existen. Reliquias tales como el horno de la abuela de los propietaros, ¡toda una joya!





Empezamos con una ensalada de mejillones y cherry. Productos de primera calidad junto con un toque de hoja verde por parte de la lechuga, aunque yo exploraría también la espinaca o la rúcula.
También un buen bloque de foie para untar con salsa agridulce o cebolla confitada. Un aplauso por el toque de sal por encima.




Y es que lo bueno de este restaurante te puede teletransportar en un momento a una tasca del Sardinero en Santander, con unas anchoas de Santoña sobre un queso curado de oveja (no es de Zamora de las ovejas de Félix, no todo podía ser perfecto) y acompañado de tomate y láminas de pan.




Croquetas de jamón ibérico y croquetas tigre, un buen bocado que nunca falla.




Wanton de langostino y huevas de salmón al curry rojo, con teriyaki de cítricos. Me pareció bastante curioso este plato y un chute de sabor. La salsa de 10.




Tataki de atún con patata y sésamo tostado por encima. La cama del plato si no recuerdo mal era de pimiento amarillo. Muy jugoso y perfecto el haberlo adobado.




Si hemos estado en Cantabria, en Castilla y en Galicia, no nos podíamos dejar a los asturianos. Minicachopos de ternera (de mi tierra eso sí), rellenos de queso de oveja y jamón. Los cachopos tienen un peligro que no es normal porque están buenísimos, pero son una bomba de relojería, ¡menos mal que son minis!




Y para acabar con el festín (todo para compartir con 5 personas más, no nos engañemos), entrecot de vacuno mayor de Aliste (Aliste, dícese del mejor pueblo de Zamora donde criar vaquitas para después comértelas) con patatas fritas. La carne de Aliste es una de las mejores de España, es famosa igual que los garbanzos de Fuentesauco, también de Zamora, ¡invitados estáis todos a mi tierra!




De postre, los básicos. Tarta de queso con mermelada de frutos del bosque, tarta de zanahoria con cobertura de limón, bizcocho de chocolate con crema de ron y naranja y una especie de mousse de chocolate. Caseros, hechos con mimo y cada cual diferente al anterior.




Un trato especial, pausado y atento. Me alegra saber que gente de Zamora arriesga y se empeña en dar a conocer nuestra rica gastronomía empezando símplemente por mostrar la calidad de nuestros productos. De precio puede rondar los 25-30€.

Situado en C/ Espoz y Mina 4, Madrid

Consejo nutricional: El curry es una especia muy usada en Ásia, concretamente en India, como el perejil para nosotros. Tiene acción antiinflamatoria pero quizás lo que más llama la atención es su uso para tratamiento de gripes y resfriados por lo que es perfecto para estos días.

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